Finally, She Chose Herself

Finalmente, ella se eligió a sí misma

Ambos crecimos en Hamburgo, Alemania, pero cuando teníamos 20 años decidimos tomar caminos diferentes y mudarnos a otros países. Jördis se mudó a Barcelona, mientras que Jana se aventuró a la ciudad de Nueva York. Antes de esto, ya habíamos experimentado algunos viajes en solitario.

Esos viajes en solitario nos dejaron recuerdos inolvidables, pero también nos enseñaron una lección importante: cómo estar con nosotros mismos. Cuando pasas mucho tiempo solo, empiezas a entender qué es lo que realmente te hace feliz. Aprendes a escuchar tu intuición, a confiar en tus decisiones y a priorizar lo que te parece correcto. Elegirte a ti mismo puede ser un camino difícil, pero es uno que te ayuda a crecer más fuerte y a tener más confianza.

Los 20 años son un momento para explorar, cometer errores y descubrir quién eres realmente. Mudarse a un nuevo país con una cultura y un idioma diferentes ofrece una de las mejores oportunidades de crecimiento personal. Es emocionante sumergirse en nuevas experiencias, desafiar sus perspectivas y aprender sobre el mundo y sobre usted mismo. Nos sentimos agradecidos todos los días por la oportunidad de seguir nuestros sueños y dar forma a nuestras propias vidas.

Cuanto más escuchas a tu intuición y sigues lo que te emociona, más te das cuenta de lo único e interesante que eres. También empiezas a notar lo conectado que sigues con las personas que amas, incluso cuando están lejos. A veces, nos reímos de un chiste e inmediatamente pensamos: Ese es exactamente el sentido del humor de nuestro padre . O cuando estamos disfrutando de una hermosa ciudad o un momento mágico, pensamos en nuestra madre y sabemos que lo apreciaría tanto como nosotros. Siempre que se nos ocurre una pregunta única, nos recuerda a nuestro abuelo, porque siempre le gusta pensar fuera de la caja. Y, por supuesto, apreciamos los consejos de nuestra abuela, que siempre nos recuerda que mantengamos nuestros estándares altos en la vida, el amor y la salud.

Vivir lejos de la familia tiene sus dificultades. Hay momentos en los que los extrañas profundamente y puede ser difícil no tenerlos cerca para consolarte. Pero esta distancia también te permite apreciar lo que significa confiar en ti mismo. Comienzas a valorar las lecciones que aprendes al vivir la vida por tu cuenta y la independencia que eso conlleva.

Sentirnos solos es algo que ambos hemos experimentado. En lugar de rechazarlo, hemos aprendido a aceptar esos sentimientos. No hay vergüenza en sentirse solo; es una parte natural de la vida. De hecho, puede enseñarte a encontrar consuelo en tu propia compañía y recordarte que mientras te tengas a ti mismo, nunca estás realmente solo. Como dijo una vez Winnie the Pooh: Qué afortunado soy de tener algo que hace que decir adiós sea tan difícil .

Aun así, cuando la soledad resulta abrumadora, los pequeños consuelos pueden marcar la diferencia. Llamar a tu familia por FaceTime, cocinar un plato típico de la cocina local o simplemente recordar los buenos momentos puede devolverte la sensación de hogar, sin importar dónde estés.

Elegirte a ti mismo es un viaje continuo con altibajos, pero es una de las decisiones más gratificantes que puedes tomar. Se trata de aprender a confiar en tu instinto, aceptar quién eres y vivir una vida que te resulte auténtica. Para nosotros, este viaje continúa todos los días y estamos agradecidos por las experiencias que dan forma a lo que nos estamos convirtiendo.

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